La mujer afectada aseguró que no sabía qué ocurría al momento en que fue llevada a una notaría para firmar el documento de venta, ya que no sabe leer ni escribir. Pero también denunció que una vez allí, la esposa del acusado fue quien le tomó su mano para plasmar su huella digital en el acuerdo.

María Teresa Barrera denuncia que fue víctima de una estafa por parte de un pastor evangélico. Según relató, “él no me aclaró bien” el proceso en que estuvo involucrada, por lo que le terminó vendiendo un terreno de aproximadamente una hectárea y que era herencia de su padre.

El hecho ocurrió en la Comuna de María Pinto, donde también vive el pastor acusado. Y a fines de octubre, el matrimonio afectado viajó hasta Santiago junto al individuo y su esposa. Fue allí cuando ambos acudieron a una notaría donde María Teresa selló el acuerdo con su huella digital, el problema es que ella no sabe leer ni escribir, por lo que asegura fue contra su voluntad.

“Mi hermana se dio cuenta cuando estaba allá que ella estaba cometiendo un error, pero ya era demasiado tarde”, declaró Fidel Barrera, hermano de la denunciante.

“Él (pastor) los llevó a ellos con engaño. Los llevó a Los Maitenes a que los viera un médico. Le hicieron tres preguntas y el médico dijo que ellos estaban aptos para firmar“, dijo María Aqueveque, amiga de la familia afectada.

Y es que la pareja contó además que el acusado los llevó donde un médico para que certificara que María Teresa estaba en condiciones mentales para firmar. Sin embargo, la anciana denunció que fue la esposa del sujeto, Marisol Miranda, quien le tomó su mano al momento de marcar su huella en el documento.

“Cuando una persona firma un instrumento, un poder una compraventa, para que este acto sea válido y produzca sus obligaciones, es necesario que haya consentimiento y voluntad de las partes”, aclaró Luciana Valencia, abogada de Moraga & Cía.

Al ser consultada por lo ocurrido, Marisol negó absolutamente todo, asegurando que su esposo Osvaldo “no tendría cara para predicar si hubiese hecho una estafa alguna vez”. No quiso dar su versión de los hechos”

Niego absolutamente que es una estafa(…) es absolutamente falso lo que están diciendo, nunca jamás nos hubiéramos aprovechado de un par de ancianos”, declaró entonces.

El documento que valida la venta dice que se hizo por 30 millones de pesos, dinero que recién esta semana quedó a disposición de María Teresa por medio de un vale vista. Sin embargo, su único deseo es recuperar lo que era suyo y que asegura le fue arrebatado mediante un engaño.

Fuente: Chilevisión Noticias.

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