Así lo confirmó esta tarde la Fiscalía de Alta Complejidad Metropolitana Occidente.

La institución ya había señalado que el vehículo en que el iba la víctima «se cruzó en la línea de fuego» del enfrentamiento con los delincuentes.

La Fiscalía Regional Metropolitana Occidente confirmó este miércoles que la bala que la noche del domingo mató a un niño en Maipú, en medio de una «encerrona», fue disparada por un funcionario de Carabineros al repeler la acción de los delincuentes.

Según indicó el Ministerio Público, los peritajes balísticos realizados, junto con las declaraciones tomadas a víctimas, testigos y uniformados «permiten establecer» que un disparo de funcionario de la SIP de Carabineros cruzó la línea de fuego e impactó el automóvil de Scarlett Ahumada, madre del pequeño Itan, de seis años.

El tiro policial impactó en la puerta trasera izquierda del vehículo, ingresó a la cabina y penetró el tórax del niño, causándole la muerte.

El carabinero que percutó el disparo fatal estaba cumpliendo funciones de vigilancia en la interseccion de Avenida Segunda Transversal con Santa Amanda, cuando se encontró con la «encerrona», y enfrentó a tiros a cinco asaltantes que le robaron el auto a una mujer de 47 años.

El funcionario tiene 24 años de servicio y disparó en cuatro ocasiones contra los dos vehículos en los que huyeron los asaltantes, impactando tres disparos en su objetivo, y el cuarto en el de Scarlett Ahumada, con el fatal resultado del deceso del niño.

La trágica muerte de Itan causó conmoción y ha impactado, durante esta semana, el debate público: el mismo domingo, en otra «encerrona», pero en Huechuraba, murió baleada Tamara, una niña de cinco años. Según el relato de la familia, uno de los asaltantes disparó y mató a la pequeña, pese a que ellos no se resistieron al robo de su vehículo.

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